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Fuente: Facebook Moisés Figuera Patinera Seria |
Para muchos el skate en Venezuela no
es un deporte, para otros tantos su práctica representa una forma de
vandalismo. A pesar de los avances que ha habido en los últimos años, los
patineteros siguen sintiéndose ignorados por los entes gubernamentales
por Adriana Tamayo
Caracas.
Cae la tarde y la ciudad transpira. El ocaso despide a los transeúntes que
aceleran el paso para llegar cuanto antes a sus hogares, las cornetas de los
carros gritan frenéticas que la jornada ha llegado su fin. Pero no es el caso
de todos.
La plaza
Miranda del municipio Sucre revive cada tarde con la llegada de grupos de
jóvenes con estilos muy diversos que se congregan en este espacio con el fin de
recrearse y respirar el aire, no tan puro, de esta ciudad agobiante.
Se
sienten las miradas penetrar en el cuerpo con cada paso. Y es que en este
lugar, con cualidades de gueto, es fácil reconocer a quien no pertenece. Los
cuchicheos se mezclan con los latidos del corazón, porque para quien no ha
visitado nunca la plaza a las seis de la tarde, el hecho de recorrerla se
convierte en una experiencia extrema. Extrema como los muchachos que se
esconden detrás de una nube de marihuana que los hace invisibles a las
autoridades, extrema como las balas que han espantado a muchos y que mataron a
un hombre a principios de marzo, extrema como los casi 10 kilómetros que
recorrieron Josué Urea y sus amigos en patineta: un viaje que empezó en Los
Próceres, pasó por Los Símbolos y terminó aquí, en Los Dos Caminos, al lado
del Centro Comercial Millenium.
Josué,
mejor conocido como “Canelo”, es uno de los tantos patineteros que ven en esta
plaza el lugar ideal para practicar el skateboarding;
venerado por ellos, los skaters, y
renegado por tantos, por la sociedad que se niega a reconocerlo como un deporte
por considerarlo una nueva forma de vandalismo.
“Mira
la plaza como está. El suelo está pidiendo perdón, las barandas ya no aguantan
más rayones, en los bancos no cabe un graffitti más. Esto no es justo”, dice
una vecina del lugar.
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Patineteros en la plaza Mirada de Los Dos Caminos piden un lugar
donde practicar el estilo de calle sin miedo a los cuerpos policiales
Fuente: Google Images |
A
simple vista así es: las baldosas resienten que sean las patinetas, y no el
tiempo, las causantes de sus grietas; las barandas piden con urgencia una dosis
adicional de manos y muchas menos de ruedas, los bancos extrañan la pintura
gris que solía cubrirlos; sin embargo, todos estos daños, muchas veces no
deliberados, se traducen en un descontento generalizado que existe en este
grupo social que se siente frustrado al ser ignorado por los entes
gubernamentales.
La
realidad es que la crisis de infraestructura de la cual Caracas es víctima está
afectando negativamente no solo a los
ciudadanos que añoran más parques, boulevares y espacios abiertos dónde liberar
el estrés cotidiano, sino a grupos más puntuales y desfavorecidos como el de
los patineteros.
La
falta de espacios públicos dónde practicar el skateboarding, en conjunto con los intentos frustrados de federar
el deporte, los estigmas sociales que se han generado en torno a este grupo y
otras tantas condiciones negativas, han puesto freno a las posibilidades que
tienen los skaters para desarrollarse
como talentos.
Los
patineteros practican el skateboarding
en las plazas porque no tienen espacios diseñados según sus necesidades. Los
pocos parques de patineta o skate parks
que hay en Caracas no son suficientes. Los skaters,
especialmente los fanáticos del estilo de calle o “street”, necesitan espacios que sean una reproducción en miniatura
de una ciudad: con pendientes, bancos, alcantarillas, muros y escaleras.
La vieja plaza Alfredo Sadel: el sueño
que murió
Los
últimos años de la década de los 80 fueron históricos en el desarrollo del skateboarding tanto en Venezuela como en
el mundo. La vieja plaza Alfredo Sadel, ubicada en Las Mercedes, se convirtió
en lugar ideal para practicar el deporte.
Carlos
Romero, profesor universitario apasionado de la patineta desde hace más de 20
años, formó parte de las primeras generaciones que disfrutaron de este espacio
público. En su artículo “Palabras de Despedida” comenta que el diseño de la
plaza era perfecto para practicar la modalidad de calle “por su hermoso piso,
su bellísimo juego de escaleras y sus gradas alucinantes”.
Este
sueño duró hasta el año 2005, cuando el ex alcalde del municipio Baruta,
Henrique Capriles Radonski, anunció la demolición del lugar por considerarlo un
lugar “inhóspito” que no permitía el disfrute de todos los ciudadanos.
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5 de septiembre de 2005, día de duelo nacional para el skateboarding venezolano
Fuente: Facebook Krlos Romero |
"Es
verdad que la ubicación es un lomito para los patineteros porque está en el
pleno corazón de Las Mercedes, pero así como es un lomito para ellos, tiene que
ser para todos los habitantes del Municipio", declaró Capriles Radonski
para el diario El Universal el 4 de septiembre de 2005, un día antes de que se
derribara la plaza.
Este
hecho marcó un punto de inflexión en el movimiento patinetero venezolano,
dejando a los skaters inmersos en un luto indefinido porque ya no tendrían un
lugar dónde patinar. “Cuando definitivamente nos enteramos de la inminente
demolición del sitio más legendario del skateboarding
venezolano, como lo es esta plaza, muchos de nosotros, los patineteros,
sentimos una puñalada justo en el
corazón”, escribe Romero.
Con el fin de atender las necesidades de este grupo que
había quedado en un limbo, la alcaldía de Baruta pautó una reunión en la cual
se acordó la construcción de un parque de patinetas; sin embargo, el proyecto
no se llevó a cabo. “Nos prometieron hacernos un espacio pero nunca sucedió.
Nos engañaron”, comenta el profesor.
Después de la
dolorosa demolición, los skaters que
quedaron con ganas de seguir practicado su deporte se disgregaron en diversos
espacios públicos de Caracas, aún cuando estos no estaban habilitados para
ello. La plaza de Santa Capilla y la plaza del Banco Central los acogieron. Hoy
en día se sigue practicando el deporte allí pero los patineteros siguen siendo
víctimas de los cuerpos policiales.
“En
la plaza del Banco Central podemos estar patinando tranquilamente. Cuando
alguien grita ‘verde’ nos ves a todos desalojando el lugar y huyendo de la
policía. Si te agarran, te quitan la tabla e incluso te la rompen. A un amigo
se lo hicieron en su cara”, dice Moisés Figuera, de 19 años.
Las patinetas ganan espacios públicos
Ante
la preocupación de los gobernantes de que este grupo estuviera ocupando
espacios públicos no aptos para la práctica del deporte extremo, el Gobierno
Juvenil de Chacao propuso la creación de un skate
park en dicho municipio, reseña Mirelis Morales Tovar en una nota escrita
para El Universal el 24 de mayo de 2007.
A
partir de entonces las alcaldías comenzaron a competir entre ellas para
construir parques en sus municipios. Chacao marcó la pauta que impulsó a otros
alcaldes a tomar la iniciativa para construir espacios diseñados para los
patineteros en el estado Miranda.
Entre
los años 2008-2011 nacieron nuevos sitios para la práctica del skate, entre los cuales se encuentran:
El Parque de Deportes Extremos de Chacao (2009), el skate park de Los Dos Caminos (2010), el de Caricuao (2011) y el de
La Ciudadela en el municipio Baruta (2011). Sin embargo, la construcción de
estos nuevos lugares no significó el desalojo de las plazas y otros espacios
públicos por parte de la movida patinetera.
“Peor es nada”
"Este
no es muy bueno, la verdad, pero es lo que hay. Las dos barandas están muy
pegadas una a la otra y si uno toma la primera después es peligroso el
aterrizaje porque te puedes estrellar, pero bueno, es mejor que estar en las
escaleras de los bancos, siempre corridos por los vigilantes o por la
Guardia", dice Diego Arana.
“Tiene
poco más de dos meses y ya han tenido que hacerle reparaciones. El concreto
bueno no se agrieta con la goma o la madera de patines y patinetas, comenta
Francisco Girón.
Estas
son algunas de las quejas que expresaron los usuarios del parque de Chacao en
una entrevista hecha por el periodista Javier Brassesco el 29 de diciembre de
2009 para El Universal.
Estos
reclamos no son exclusivos de este espacio. Los skaters también tienen quejas con respecto al diseño, la mala
administración y el rápido deterioro de los otros parques de patineta.
“El
parque de Los Dos Caminos, además de estar mal diseñado como el de Chacao, está
muy deteriorado y sucio. Además, te cobran una entrada para este lugar que
supuestamente es público”, declara Moisés Figuera.
Todas
estas condiciones son consecuencia de una mala asesoría y una pésima
administración de recursos por parte de las alcaldías. A pesar de que éstas se
han reunido con patineteros para que sean ellos quienes desarrollen los
proyectos, al final terminan ignorándolos y contratando a quienes no tienen
experiencia en este deporte.
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Los proyectos de los patineteros
para la construcción de skate plazas
no han sido tomados en cuenta
por el gobierno
Fuente: Facebook Josué Urea |
“Aquí
quienes construyen los
skate parks no
tienen idea de lo que están haciendo. Hacen las cosas solo por hacerlas. Somos
nosotros los que conocemos nuestras necesidades. He tratado de que escuchen mis
propuestas pero aquí nada vale la pena. Quienes te quieren ayudar tienen
siempre un interés detrás y el
skate
no está para eso. Aquí las alcaldías prefieren meter en esos proyectos a sus
allegados para agarrarse el dinero. Te dicen que construirán un parque, que
invertirán tanto dinero, que el lugar no se deteriorará y tú ves que a los
meses ya está cayéndose a pedazos”, dice con disgusto Josué, sentado en un muro
de la plaza Miranda.
Más plazas, menos parques
A
pesar de los esfuerzos de las alcaldías de darles espacios a los patineteros
con la finalidad de que estos no generen incomodidad en sitios públicos, la
realidad es que la necesidad de este grupo sigue sin ser satisfecha. El skate en Venezuela está pidiendo a
gritos una plaza exclusiva para la práctica del deporte, donde se pueda patinar
sin temor a ser perseguido por la policía.
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Los patineteros necesitan plazas dónde patinar, no parques
Fuente: Google Images |
“Al
ver y comparar la cantidad de patineteros que hay en el skate park y ver los que están en la plaza te das cuenta de que lo
que necesitamos los patineteros es una plaza de patinaje, no un parque”
argumenta el profesor Romero.
A
estas alturas los skaters ven con escepticismo
que se genere un cambio en el corto plazo, pero todos sus esfuerzos están
puestos en organizarse para lograr cambios. Por los momentos, está en sus
planes trabajar en conjunto para convertirse en una federación, meta que se
dificulta ya que “al Ministerio de Deportes
solo le interesa apoyar a un deporte siempre y cuando traiga medallas al
país” según palabras de Romero.
Un deporte de calle se queda en la
calle
Si
bien es cierto que la construcción de
skate plazas contribuiría a despejar los espacios públicos de la ciudad,
también es importante entender que el patinaje es un deporte urbano, y por
tanto, sus raíces están en la calle, por lo cual sería muy utópico pensar que
las patinetas van a desaparecer de las ciudades algún día.
“Nunca
van a poder salir de los patineteros. Nosotros somos de los que vamos por la
calle y vemos un muro, una acera o una alcantarilla y la saltamos; eso no nos
hace malas personas. Si los entes gubernamentales ponen de su parte, entonces
el skate pondrá de su parte”,
concluyó Moisés.
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"Si los entes gubernamentales ponen de su parte, el skate pondrá de su parte"
Moisés Figuera, patinetero venezolano
Fuente: Facebook Moisés Figuera Patineta Seria |
Fuentes