miércoles, 13 de noviembre de 2013

Famosos revelan clave del éxito

El domingo 10 de noviembre se realizará en Caracas el evento Inspirando lo Humano hacia el Éxito, en la quinta La Esmeralda, entre la 1 y 8 pm.
Ismael Cala, Eli Bravo y Maickel Melamed serán algunas de las figuras que participarán.  Expertos en coaching y liderazgo como Liliana Tonitto y Víctor Calzadilla también darán sus consejos, todos bajo la guía de César Miguel Rondón y Floralicia Anzola.


Hablan los famosos
Ismael Cala, presentador de CNN: “Todos tenemos derecho al éxito, pero además de perseverancia es necesaria la pasión, que es un concepto que supera al puro esfuerzo”.
Elí Bravo, locutor: “La inspiración es clave porque conecta nuestras intenciones con las acciones. Hacemos lo que verdaderamente nos llena y nos hace crecer como seres humanos”.
Maickel Melamed, atleta: “Si amas algo, harás lo necesario y esperarás lo suficiente hasta alcanzarlo”.
Expertos te aconsejan
Liliana Tonitto, experta en coaching: “A veces las metas consisten en alcanzar sueños; otras veces se trata de superar obstáculos (...) Sabes que estás en el buen camino porque lo que estás haciendo te hace feliz”.
Víctor Calzadilla, psicólogo: “Hay que tener claro lo que verdaderamente nos impulsa a fijarnos esa meta”.
El evento contará además con otros ponentes como Sharon Koenig, Horacio Saccoman y Philipp Scheer, quienes te darán claves para que alcances lo que te propongas.
Si deseas obtener más información o comprar las entradas puedes ingresar a la página    www.makeithappen.com.ve, escribir a la cuenta de Twitter @makeithappenve o llamar a los teléfonos 0212-2348890 ó 0414-3031849.




miércoles, 19 de junio de 2013

Transporte que duele





El aumento del pasaje del transporte público en todo el país se ha convertido en un dolor de cabeza, sobre todo para quienes viven en ciudades de La Gran Caracas como Guarenas y Guatire. Los transportistas no están conformes con el incremento de 35% y los usuarios exigen que se mejoren las condiciones de la flota

por Adriana Tamayo



Trabajar en Caracas y vivir en ciudades cercanas se ha convertido en un reto al bolsillo para los ciudadanos de a pie. Si antes era un privilegio laborar en la ciudad de los techos rojos, ahora es un tema que genera preocupación entre las personas que no tienen un vehículo propio. 

El día 6 de junio se hizo oficial el aumento del pasaje del transporte público en toda Venezuela para rutas suburbanas e interurbanas. Este se llevará a cabo en dos tandas: 30% en junio y 5% en septiembre. 

Ervin Marcano, encargado de llenar los autobuses con destino a Guarenas en el terminal del Nuevo Circo, dijo que un pasaje a esta ciudad dormitorio aumentó  de 10 a 13 bolívares y de 14 a 16 si la unidad cuenta con aire acondicionado. El precio varía dependiendo del lugar donde se embarque, oscilando entre los 12 y los 18 bolívares por ruta. 

Hasta Bs. 15 tendrá que pagar una persona por el pasaje de
autobús en la Zona Metropolitana de Caracas



En el caso de las rutas hacia los Altos Mirandinos, la tarifa a San Antonio pasó de Bs 8 a 12 y de 9 a 13 para Los Teques. Si el autobús tiene aire se cobra 15 bolívares, un incremento que golpea fuertemente a cualquier venezolano que deba usar el transporte público para movilizarse. 

Con el aumento del pasaje, las personas que usan el transporte público en La Gran Caracas deberán recortar gastos de la canasta básica familiar para poder movilizarse a su lugar de trabajo.  

    
Un golpe al bolsillo

Julio César Maurera es buhonero. Todos los días debe tomar un autobús desde Guarenas hasta el Centro de Caracas para poder trabajar y mantener a su esposa e hijos. En este ir y venir se le escapan del bolsillo 35 bolívares al día, 20 en la mañana y 15 en la noche. Considerando que únicamente trabaje 5 días a la semana, el gasto fijo sería de Bs. 700 al mes, una cifra alarmante para cualquier ciudadano.

“Mi ganancia mensual sí me ayuda a cubrir los gastos, pero si ganara sueldo mínimo no me alcanzaría; sin embargo, antes de este aumento del pasaje podía salir más con mis hijos a pasear, llevarlos a McDonald’s, por ejemplo”, comenta el vendedor.

Actualmente, el salario mínimo de un venezolano es Bs. 2457. Una persona que tenga ese ingreso y que deba tomar un autobús en días laborales desde una ciudad dormitorio como Guarenas, Guatire o San Antonio para llegar a Caracas, verá su suelto reducido en casi 30%. El porcentaje restante estaría destinado a cubrir los gastos de la canasta alimentaria, que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) es de Bs. 2266, dejando un déficit de Bs. 509. Todo lo anterior sin tomar en cuenta otros gastos  básicos como servicios, educación y salud.

El aumento de 35% en el pasaje ha generado descontento
en los usuarios del transporte público

Raúl López, secretario para el Progreso Económico del estado Miranda, considera que las cifras arrojadas por el INE con respecto a la canasta alimentaria son falsas, ubicándola en Bs. 4489, lo cual hace el panorama más turbio y complejo para las personas. 

“Al parecer los representantes del gobierno central no salen a hacer mercado o pretenden tapar el sol con un dedo, al decir que el valor de la canasta alimentaria está por debajo del salario mínimo. Acaso no recuerdan las dos devaluaciones de nuestra moneda que le metió la mano en el bolsillo a nuestro pueblo, amén de la destrucción del aparato productivo, las trabas para las importaciones, el incremento de 20% de la leche, carnes y pollo, factores que han acelerado en los últimos meses el alto costo de la vida”, dijo López en una rueda de prensa del partido Primero Justicia. 

Los transportistas también comen

El impacto de la devaluación de la moneda, la demora  de 6 meses en el pago del pasaje estudiantil por parte de la fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (FONTUR) y el incremento de los repuestos de los autobuses, son las tres razones básicas por las cuales los transportistas exigieron un aumento del pasaje. 

“Al chofer más o menos le queda 30% de lo que hace diario del carro, el resto es para el dueño del vehículo. Cada 15 días hay que hacerle mantenimiento a la unidad y eso nada más cuesta 3500 bolívares; ahora, si tienes que cambiar un caucho son 6000 bolívares y 200mil si quieres hacerle el motor”, señaló Marcano. 

La deuda a los transportistas por concepto de pago del pasaje estudiantil asciende a 12 millones de bolívares. El Coordinador de Transporte Terrestre, Dervis Sánchez, dijo que el retraso se debe a que FONTUR está en proceso de implementación de algunos ajustes para agilizar el pago y que estos cambios requieren de mucho tiempo y trabajo. Una vez estos se logren, se cancelará la deuda a los transportistas.

“Cuando se empiece a implementar el nuevo mecanismo de cobro, un transportista que tenga por ejemplo 1000 tickets que desea cambiar, va a tener que cumplir sólo 2 pasos en vez de 8, como es ahorita”, comentó Sánchez

El aumento no es suficiente

En una entrevista para Unión Radio, el secretario del Comando Intergremial del sector transporte, José Luis Trosel, declaró que el aumento del pasaje sigue siendo una necesidad para el sector ya que el precio actual esta subvaluado. 

Los transportistas consideran que el aumento de 35% no es suficiente y alegan que lo justo sería un incremento de al menos 120% para poder mantener el servicio y renovar la flota. “Sabemos que si pidiéramos eso no se pagaría porque la economía del país está golpeada”, declaró el presidente de la Central Única de Autos Libres y por Puestos, José Luis Montoya, en una entrevista realizada por Maolis Castro para El Nacional. 

Se criticó al Ministro de Tránsito y Transporte Terrestre, Haiman El Troudi, por haber tomado la decisión del aumento sin haberse reunido con el gremio, tal como declaró el presidente de la Federación Nacional de Transporte, Erick Zuleta: “El aumento de 35% del pasaje fue una decisión que tomó el Ministro de Transporte Terrestre de forma unilateral”. 

El verdadero impacto

Para Dervis Sánchez el impacto que tendrá el aumento del pasaje en el presupuesto del venezolano estará relacionado directamente con el uso frecuente y permanente del medio. También influirá si es el mismo tipo de transporte o si éste es variado; es decir, si la persona toma autobús, metro y carrito por puesto, entre otros.  

“El impacto va a ser muy fuerte sobre todo si la persona tiene que hacer uso de más de un transporte público. Por ejemplo, que alguien tome el metro de Caracas y luego tenga que tomar otro vehículo para dirigirse a su trabajo. Son 2 ó 3 pasajes que tiene que pagar para trasladarse de un sitio a otro”, declaró. 

Otro factor a considerar es el hecho de que, por una u otra razón, el individuo tenga que recurrir a otro tipo de transporte como un taxi o un mototaxi. Si no se hace uso del mismo medio todo el tiempo el impacto será mayor.

El Terminal del Nuevo Circo recibe diariamente a miles de
transeúntes que se dirigen hacia otras ciudades de La Gran
Caracas
“Puede haber días en los cuales no se haga uso del transporte colectivo sino de otro medio. En mi caso particular, si hay problemas en el metro tengo que pagar un taxi desde aquí (Chacao) hasta Caricuao, que es donde vivo. Una carrera hasta allá son por lo menos 250 bolívares dependiendo de la hora”, agregó.  

Una cadena de circunstancias

El aumento del pasaje de autobús es un tema delicado tanto para transportistas como para usuarios; sin embargo, es una realidad que se debe afrontar. 

Si bien la inflación se come el sueldo del venezolano, los ciudadanos necesitan trabajar para poder comer, y para laborar tienen que movilizarse, por lo cual el dinero destinado a transporte es un gasto fijo sobre el cual no se puede escatimar. 

Debido a la importancia del transporte colectivo en una ciudad como Caracas, en la que se hace muy difícil  conseguir una alternativa que no involucre un vehículo a motor debido a las distancias, a las condiciones geográficas y a la falta de infraestructura para otros medios de transporte como ciclovías; las personas que no cuentan con un vehículo propio deberán ajustar su bolsillo para poder cubrir los gastos para su movilización dentro y fuera de la ciudad, así esto implique recortes en alimentación, servicios o entretenimiento. 

Por los momentos, a muchos usuarios les pesa el aumento del pasaje pero están dispuestos a pagarlo porque entienden la situación de los transportistas; no obstante, para que el incremento sea justo, exigen mejoras en el servicio debido a que en estos momentos no cumple con las condiciones mínimas de calidad. 

Ahora el pasaje a Maracay cuesta 40 bolívares


 Fuentes:

miércoles, 24 de abril de 2013

El deporte de los olvidados



Fuente: Facebook Moisés Figuera Patinera Seria

Para muchos el skate en Venezuela no es un deporte, para otros tantos su práctica representa una forma de vandalismo. A pesar de los avances que ha habido en los últimos años, los patineteros siguen sintiéndose ignorados por los entes gubernamentales

por Adriana Tamayo

            Caracas. Cae la tarde y la ciudad transpira. El ocaso despide a los transeúntes que aceleran el paso para llegar cuanto antes a sus hogares, las cornetas de los carros gritan frenéticas que la jornada ha llegado su fin. Pero no es el caso de todos.

            La plaza Miranda del municipio Sucre revive cada tarde con la llegada de grupos de jóvenes con estilos muy diversos que se congregan en este espacio con el fin de recrearse y respirar el aire, no tan puro, de esta ciudad agobiante.

            Se sienten las miradas penetrar en el cuerpo con cada paso. Y es que en este lugar, con cualidades de gueto, es fácil reconocer a quien no pertenece. Los cuchicheos se mezclan con los latidos del corazón, porque para quien no ha visitado nunca la plaza a las seis de la tarde, el hecho de recorrerla se convierte en una experiencia extrema. Extrema como los muchachos que se esconden detrás de una nube de marihuana que los hace invisibles a las autoridades, extrema como las balas que han espantado a muchos y que mataron a un hombre a principios de marzo, extrema como los casi 10 kilómetros que recorrieron Josué Urea y sus amigos en patineta: un viaje que empezó en Los Próceres, pasó por Los Símbolos y terminó aquí, en Los Dos Caminos, al lado del  Centro Comercial Millenium.

            Josué, mejor conocido como “Canelo”, es uno de los tantos patineteros que ven en esta plaza el lugar ideal para practicar el skateboarding; venerado por ellos, los skaters, y renegado por tantos, por la sociedad que se niega a reconocerlo como un deporte por considerarlo una nueva forma de vandalismo.

            “Mira la plaza como está. El suelo está pidiendo perdón, las barandas ya no aguantan más rayones, en los bancos no cabe un graffitti más. Esto no es justo”, dice una vecina del lugar.


Patineteros en la plaza Mirada de Los Dos Caminos piden un lugar
donde practicar el estilo de calle sin miedo a los cuerpos policiales
Fuente: Google Images

            A simple vista así es: las baldosas resienten que sean las patinetas, y no el tiempo, las causantes de sus grietas; las barandas piden con urgencia una dosis adicional de manos y muchas menos de ruedas, los bancos extrañan la pintura gris que solía cubrirlos; sin embargo, todos estos daños, muchas veces no deliberados, se traducen en un descontento generalizado que existe en este grupo social que se siente frustrado al ser ignorado por los entes gubernamentales.

            La realidad es que la crisis de infraestructura de la cual Caracas es víctima está afectando  negativamente no solo a los ciudadanos que añoran más parques, boulevares y espacios abiertos dónde liberar el estrés cotidiano, sino a grupos más puntuales y desfavorecidos como el de los patineteros.

            La falta de espacios públicos dónde practicar el skateboarding, en conjunto con los intentos frustrados de federar el deporte, los estigmas sociales que se han generado en torno a este grupo y otras tantas condiciones negativas, han puesto freno a las posibilidades que tienen los skaters para desarrollarse como talentos.

            Los patineteros practican el skateboarding en las plazas porque no tienen espacios diseñados según sus necesidades. Los pocos parques de patineta o skate parks que hay en Caracas no son suficientes. Los skaters, especialmente los fanáticos del estilo de calle o “street”, necesitan espacios que sean una reproducción en miniatura de una ciudad: con pendientes, bancos, alcantarillas, muros y escaleras.

La vieja plaza Alfredo Sadel: el sueño que murió

            Los últimos años de la década de los 80 fueron históricos en el desarrollo del skateboarding tanto en Venezuela como en el mundo. La vieja plaza Alfredo Sadel, ubicada en Las Mercedes, se convirtió en lugar ideal para practicar el deporte.

            Carlos Romero, profesor universitario apasionado de la patineta desde hace más de 20 años, formó parte de las primeras generaciones que disfrutaron de este espacio público. En su artículo “Palabras de Despedida” comenta que el diseño de la plaza era perfecto para practicar la modalidad de calle “por su hermoso piso, su bellísimo juego de escaleras y sus gradas alucinantes”.

            Este sueño duró hasta el año 2005, cuando el ex alcalde del municipio Baruta, Henrique Capriles Radonski, anunció la demolición del lugar por considerarlo un lugar “inhóspito” que no permitía el disfrute de todos los ciudadanos.


5 de septiembre de 2005,  día de duelo nacional para el skateboarding venezolano
Fuente: Facebook Krlos Romero

            "Es verdad que la ubicación es un lomito para los patineteros porque está en el pleno corazón de Las Mercedes, pero así como es un lomito para ellos, tiene que ser para todos los habitantes del Municipio", declaró Capriles Radonski para el diario El Universal el 4 de septiembre de 2005, un día antes de que se derribara la plaza.
            Este hecho marcó un punto de inflexión en el movimiento patinetero venezolano, dejando  a los skaters inmersos en un luto indefinido porque ya no tendrían un lugar dónde patinar. “Cuando definitivamente nos enteramos de la inminente demolición del sitio más legendario del skateboarding venezolano, como lo es esta plaza, muchos de nosotros, los patineteros, sentimos una puñalada  justo en el corazón”, escribe Romero.

            Con el fin de atender las necesidades de este grupo que había quedado en un limbo, la alcaldía de Baruta pautó una reunión en la cual se acordó la construcción de un parque de patinetas; sin embargo, el proyecto no se llevó a cabo. “Nos prometieron hacernos un espacio pero nunca sucedió. Nos engañaron”, comenta el profesor.

            Después de la dolorosa demolición, los skaters que quedaron con ganas de seguir practicado su deporte se disgregaron en diversos espacios públicos de Caracas, aún cuando estos no estaban habilitados para ello. La plaza de Santa Capilla y la plaza del Banco Central los acogieron. Hoy en día se sigue practicando el deporte allí pero los patineteros siguen siendo víctimas de los cuerpos policiales.
            “En la plaza del Banco Central podemos estar patinando tranquilamente. Cuando alguien grita ‘verde’ nos ves a todos desalojando el lugar y huyendo de la policía. Si te agarran, te quitan la tabla e incluso te la rompen. A un amigo se lo hicieron en su cara”, dice Moisés Figuera, de 19 años.

Las patinetas ganan espacios públicos

            Ante la preocupación de los gobernantes de que este grupo estuviera ocupando espacios públicos no aptos para la práctica del deporte extremo, el Gobierno Juvenil de Chacao propuso la creación de un skate park en dicho municipio, reseña Mirelis Morales Tovar en una nota escrita para El Universal el 24 de mayo de 2007.

            A partir de entonces las alcaldías comenzaron a competir entre ellas para construir parques en sus municipios. Chacao marcó la pauta que impulsó a otros alcaldes a tomar la iniciativa para construir espacios diseñados para los patineteros en el estado Miranda.


  
     Fuente: Youtube

  Entre los años 2008-2011 nacieron nuevos sitios para la práctica del skate, entre los cuales se encuentran: El Parque de Deportes Extremos de Chacao (2009), el skate park de Los Dos Caminos (2010), el de Caricuao (2011) y el de La Ciudadela en el municipio Baruta (2011). Sin embargo, la construcción de estos nuevos lugares no significó el desalojo de las plazas y otros espacios públicos por parte de la movida patinetera.

“Peor es nada”

            "Este no es muy bueno, la verdad, pero es lo que hay. Las dos barandas están muy pegadas una a la otra y si uno toma la primera después es peligroso el aterrizaje porque te puedes estrellar, pero bueno, es mejor que estar en las escaleras de los bancos, siempre corridos por los vigilantes o por la Guardia", dice Diego Arana.
            “Tiene poco más de dos meses y ya han tenido que hacerle reparaciones. El concreto bueno no se agrieta con la goma o la madera de patines y patinetas, comenta Francisco Girón.
            Estas son algunas de las quejas que expresaron los usuarios del parque de Chacao en una entrevista hecha por el periodista Javier Brassesco el 29 de diciembre de 2009 para El Universal.
            Estos reclamos no son exclusivos de este espacio. Los skaters también tienen quejas con respecto al diseño, la mala administración y el rápido deterioro de los otros parques de patineta.
            “El parque de Los Dos Caminos, además de estar mal diseñado como el de Chacao, está muy deteriorado y sucio. Además, te cobran una entrada para este lugar que supuestamente es público”, declara Moisés Figuera.
            Todas estas condiciones son consecuencia de una mala asesoría y una pésima administración de recursos por parte de las alcaldías. A pesar de que éstas se han reunido con patineteros para que sean ellos quienes desarrollen los proyectos, al final terminan ignorándolos y contratando a quienes no tienen experiencia en este deporte.
Los proyectos de los patineteros
para la construcción de skate plazas
 no han sido tomados en cuenta
 por el gobierno
Fuente: Facebook Josué Urea
           “Aquí quienes construyen los skate parks no tienen idea de lo que están haciendo. Hacen las cosas solo por hacerlas. Somos nosotros los que conocemos nuestras necesidades. He tratado de que escuchen mis propuestas pero aquí nada vale la pena. Quienes te quieren ayudar tienen siempre un interés detrás y el skate no está para eso. Aquí las alcaldías prefieren meter en esos proyectos a sus allegados para agarrarse el dinero. Te dicen que construirán un parque, que invertirán tanto dinero, que el lugar no se deteriorará y tú ves que a los meses ya está cayéndose a pedazos”, dice con disgusto Josué, sentado en un muro de la plaza Miranda.

Más plazas, menos parques

            A pesar de los esfuerzos de las alcaldías de darles espacios a los patineteros con la finalidad de que estos no generen incomodidad en sitios públicos, la realidad es que la necesidad de este grupo sigue sin ser satisfecha. El skate en Venezuela está pidiendo a gritos una plaza exclusiva para la práctica del deporte, donde se pueda patinar sin temor a ser perseguido por la policía.


Los patineteros necesitan plazas dónde patinar, no parques
Fuente: Google Images

            “Al ver y comparar la cantidad de patineteros que hay en el skate park y ver los que están en la plaza te das cuenta de que lo que necesitamos los patineteros es una plaza de patinaje, no un parque” argumenta el profesor Romero.

            A estas alturas los skaters ven con escepticismo que se genere un cambio en el corto plazo, pero todos sus esfuerzos están puestos en organizarse para lograr cambios. Por los momentos, está en sus planes trabajar en conjunto para convertirse en una federación, meta que se dificulta ya que “al Ministerio de Deportes  solo le interesa apoyar a un deporte siempre y cuando traiga medallas al país” según palabras de Romero.

Un deporte de calle se queda en la calle

            Si bien es cierto que la construcción de skate plazas contribuiría a despejar los espacios públicos de la ciudad, también es importante entender que el patinaje es un deporte urbano, y por tanto, sus raíces están en la calle, por lo cual sería muy utópico pensar que las patinetas van a desaparecer de las ciudades algún día.

            “Nunca van a poder salir de los patineteros. Nosotros somos de los que vamos por la calle y vemos un muro, una acera o una alcantarilla y la saltamos; eso no nos hace malas personas. Si los entes gubernamentales ponen de su parte, entonces el skate pondrá de su parte”, concluyó Moisés.

"Si  los entes gubernamentales ponen de su parte, el skate pondrá de su parte"
Moisés Figuera, patinetero venezolano
Fuente: Facebook Moisés Figuera Patineta Seria




Fuentes